La Organización de los Estados Americanos (OEA) reúne a los países del hemisferio occidental para fortalecer la cooperación mutua en torno a los valores de la democracia, defender los intereses comunes y debatir los grandes temas de la región y el mundo. Es el principal foro multilateral de la región para el fortalecimiento de la democracia, la promoción de los derechos humanos y la lucha contra problemas compartidos como la pobreza, el terrorismo, las drogas y la corrupción. Juega un papel central en el cumplimiento de los mandatos establecidos para la región a través del proceso de Cumbres de las Américas.Con cuatro idiomas oficiales —español, francés, inglés y portugués—, la OEA refleja la rica diversidad de pueblos y culturas de todo el hemisferio. La Organización está compuesta por 35 Estados miembros: las naciones independientes de Norte, Sur y Centroamérica y el Caribe. La participación del gobierno de Cuba, un Estado miembro, ha estado suspendida desde 1962, por lo que participan activamente solo 34 países. Naciones de otras regiones del mundo participan en calidad de Observadores Permanentes, lo que les permite seguir de cerca los problemas que afectan al hemisferio.Los países miembros establecen políticas y objetivos por medio de la Asamblea General, que convoca a los ministros de Relaciones Exteriores de las Américas a un período ordinario de sesiones que se celebra todos los años. El Consejo Permanente, conformado por embajadores nombrados por los países miembros, se reúne periódicamente en la sede la OEA en Washington para ofrecer lineamientos sobre políticas y acciones vigentes. La Secretaría General de la OEA pone en práctica los programas y políticas establecidas por los organismos políticos. El Secretario General y el Secretario General Adjunto son elegidos por los Estados miembros y cumplen un mandato de cinco años. El Secretario General José Miguel Insulza, quien asumió su cargo el 26 de mayo de 2005, realizó una reestructuración de la Secretaría General para que se puedan atender de manera más eficaz las prioridades de los países miembros. Bajo esta estructura, cuatro Subsecretarías especializadas coordinan los esfuerzos de la OEA en las siguientes áreas:• Subsecretaría de Asuntos Políticos – Dirige los esfuerzos de la OEA para promover la democracia, fortalecer la gobernabilidad y prevenir las crisis políticas.• Subsecretaría de Seguridad Multidimensional – Coordina las acciones de la OEA en la lucha contra el terrorismo, las drogas ilícitas y otras amenazas a la seguridad pública.• Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral – Incluye áreas que promueven el desarrollo social, desarrollo sostenible, comercio y turismo, así como educación, cultura, ciencia y tecnología. Maneja, además, el seguimiento a las reuniones ministeriales sobre numerosos temas.• Subsecretaría de Administración y Finanzas – Provee servicios de apoyo a la Secretaría General, en materia de recursos humanos, información y tecnología, asuntos presupuestarios y otros.• Departamento de Asuntos Jurídicos Internacionales – Promueve la cooperación jurídica entre los países miembros, ofreciendo apoyo en la elaboración e implementación de tratados internacionales.Otros departamentos, oficinas y agencias, como los organismos interamericanos para la protección de los derechos humanos y el Departamento de Cumbres de las Américas, están bajo la administración directa del Secretario General. El Secretario General Adjunto tiene bajo su cargo la supervisión de áreas administrativas y unidades especializadas, entre ellas las secretarías de la Comisión Interamericana de Mujeres, el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, la Comisión Interamericana de Puertos y la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones.
fuente:http://www.oas.org/key_issues/spa/KeyIssue_Detail.asp?kis_sec=20
martes, 16 de junio de 2009
historia de la OEA
El 30 de abril de 1948, veintiún países del continente americano reunidos enBogotá, Colombia, adoptaron la Carta de la Organización de Estados Americanos(OEA), en la que afirmaban su compromiso con las metas comunes y su respeto por la soberanía de cada uno. Desde entonces y a través de los años, Canadá y las naciones del Caribe se han sumado a la OEA.Los principios consagrados por la OEA nacieron de una historia de cooperación regional que se remonta hasta el siglo XIX.• En 1826, el Libertador Simón Bolívar convocó el Congreso de Panamá con la idea de crear una asociación de Estados americanos.• En 1890, la Primera Conferencia Internacional Americana, celebrada en la ciudad de Washington, estableció la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas y su secretaría permanente, la Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas, precursora de la OEA.• En 1910, esta organización se convirtió en la Unión Panamericana.• En 1948, en la Novena Conferencia Internacional Americana, los participantes firmaron la Carta de la OEA y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la primera expresión internacional de principios de derechos humanos.La transición de la Unión Panamericana a la OEA se realizó sin tropiezos. El Director General de la Unión Panamericana, Alberto Lleras Camargo, se convirtió en el primer Secretario General de la OEA.Fechas importantes1959–Creación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).1961–Firma de la Carta de Punta del Este, mediante la cual se puso en marcha la Alianza para el Progreso.1969–Firma de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, que entró en vigencia en 1978. La Convención estableció la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica.1970–Establecimiento de la Asamblea General como principal órgano político de la OEA.1986–Creación de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD).1991–Adopción de la Resolución 1080, que establece mecanismos para tomar medidas ante amenazas contra la democracia en el hemisferio.1994–Primera Cumbre de las Américas, que reafirmó el papel de la OEA en el fortalecimiento de la democracia y estableció nuevas prioridades para la Organización.1996–Establecimiento del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI).1997–Ratificación del Protocolo de Washington, que otorga a la OEA el derecho de suspender a un Estado miembro cuyo gobierno democráticamente elegido haya sido derrocado por la fuerza.1998–Segunda Cumbre de las Américas y creación en la OEA de lo que ahora es el Departamento de Cumbres de las Américas.2001–Tercera Cumbre de las Américas. Los líderes del hemisferio instruyeron a la Asamblea General de la OEA que preparen una Carta Democrática Interamericana. Esta fue adoptada el 11 de septiembre en Lima, Perú.2002- Firma de la Convención Interamericana contra el Terrorismo durante la Asamblea de la OEA, celebrada en Barbados. (Entró en vigor en el 2003)2004- Cumbre Extraordinaria de las Américas sobre gobernabilidad, desarrollo social y crecimiento económico con equidad.2005- Toma de posesión de José Miguel Insulza como Secretario General de la OEA y Albert R. Ramdin como Secretario General Adjunto.2005- Cuarta Cumbre de las América.
fuente:http://www.oas.org/key_issues/spa/KeyIssue_Detail.asp?kis_sec=17
fuente:http://www.oas.org/key_issues/spa/KeyIssue_Detail.asp?kis_sec=17
Holanda apoya etapa final del Desminado Humanitario en
C on el propósito de contribuir
con la finalización del Plan Nacional
de Desminado de Nicaragua,
el Reino de los Países Bajos, a través
de su Embajada en Managua,
Nicaragua, hizo entrega de una donación
de más de 1,1 millón de dólares
al programa de Acción Integral
contra Minas Antipersonal
(AICMA) de la Organización de los
Estados Americanos (OEA).
La significativa donación, contribuye
a convertir a Nicaragua y a toda
Centroamérica en la primera región
libre de minas. Además, de ser la
primera vez que un donante internacional
destina fondos hacia las
actividades de recuperación de terrenos
descontaminados.
La donación también complementa
contribuciones bilaterales al desminado
en Nicaragua por parte de
Japón y del Reino de Dinamarca.
El apoyo holandés se formalizó el
pasado 8 de junio en Managua, con
la firma del Embajador del Reino
de los Países Bajos, Lambert C.
Grijns, y el Representante de la
OEA en Nicaragua, Pedro Vuskovic
ante la presencia de los Embajadores
del Japón y de Dinamarca, y de
la Secretaria General del Ministerio
de Defensa y altos jefes militares.
“El Reino de los Países Bajos ha
considerado siempre que el desminado
debe enmarcarse en el contexto
del desarrollo nacional de
manera coherente e integrada, y da
cada vez más prioridad al desarrollo
socioeconómico, las actividades
productivas, en zonas limpiadas de
minas.” Dijo Grijns, al firmar el
acuerdo de apoyo.
El Representante de la OEA, Vuskovic,
indicó que “logramos este día
gracias al trabajo de remoción de
minas antipersonal de dedicados y
valientes soldados y oficiales del
Ejército de Nicaragua”.
El diplomático holandés también
expresó su satisfacción por “el trabajo
del Ejército como institución
profesional e independiente”. Además
de reconocer las contribuciones
de Dinamarca y el Japón.
La OEA ha proveído asistencia a Nicaragua,
durante los últimos 18 años,
en la remoción de más de 171.000
minas antipersonal sembradas, y en
la rehabilitación física y psicológica
de 1.144 sobrevivientes de accidentes
por minas.
De igual forma, el organismo hemisférico
provee asistencia a los programas
nacionales de desminado humanitario
en el cumplimiento de los
requisitos de la Convención de Ottawa.
Con la ayuda financiera de
Dinamarca, Japón y otros donantes,
la OEA apoyó hasta su conclusión
los programas de acción humanitaria
contra las minas en Costa Rica, Honduras
y Guatemala.
Al concluir el plan de desminado de
Nicaragua, la OEA espera continuar
en el 2010 con su apoyo a una unidad
de desminadores especialmente
preparados para responder a posibles
denuncias de áreas sospechosas
de contaminación y atender denuncias
relacionadas a la presencia de
artefactos explosivos y minas antipersonal
de la población.
fuente: departamento de prensa de la OEA
con la finalización del Plan Nacional
de Desminado de Nicaragua,
el Reino de los Países Bajos, a través
de su Embajada en Managua,
Nicaragua, hizo entrega de una donación
de más de 1,1 millón de dólares
al programa de Acción Integral
contra Minas Antipersonal
(AICMA) de la Organización de los
Estados Americanos (OEA).
La significativa donación, contribuye
a convertir a Nicaragua y a toda
Centroamérica en la primera región
libre de minas. Además, de ser la
primera vez que un donante internacional
destina fondos hacia las
actividades de recuperación de terrenos
descontaminados.
La donación también complementa
contribuciones bilaterales al desminado
en Nicaragua por parte de
Japón y del Reino de Dinamarca.
El apoyo holandés se formalizó el
pasado 8 de junio en Managua, con
la firma del Embajador del Reino
de los Países Bajos, Lambert C.
Grijns, y el Representante de la
OEA en Nicaragua, Pedro Vuskovic
ante la presencia de los Embajadores
del Japón y de Dinamarca, y de
la Secretaria General del Ministerio
de Defensa y altos jefes militares.
“El Reino de los Países Bajos ha
considerado siempre que el desminado
debe enmarcarse en el contexto
del desarrollo nacional de
manera coherente e integrada, y da
cada vez más prioridad al desarrollo
socioeconómico, las actividades
productivas, en zonas limpiadas de
minas.” Dijo Grijns, al firmar el
acuerdo de apoyo.
El Representante de la OEA, Vuskovic,
indicó que “logramos este día
gracias al trabajo de remoción de
minas antipersonal de dedicados y
valientes soldados y oficiales del
Ejército de Nicaragua”.
El diplomático holandés también
expresó su satisfacción por “el trabajo
del Ejército como institución
profesional e independiente”. Además
de reconocer las contribuciones
de Dinamarca y el Japón.
La OEA ha proveído asistencia a Nicaragua,
durante los últimos 18 años,
en la remoción de más de 171.000
minas antipersonal sembradas, y en
la rehabilitación física y psicológica
de 1.144 sobrevivientes de accidentes
por minas.
De igual forma, el organismo hemisférico
provee asistencia a los programas
nacionales de desminado humanitario
en el cumplimiento de los
requisitos de la Convención de Ottawa.
Con la ayuda financiera de
Dinamarca, Japón y otros donantes,
la OEA apoyó hasta su conclusión
los programas de acción humanitaria
contra las minas en Costa Rica, Honduras
y Guatemala.
Al concluir el plan de desminado de
Nicaragua, la OEA espera continuar
en el 2010 con su apoyo a una unidad
de desminadores especialmente
preparados para responder a posibles
denuncias de áreas sospechosas
de contaminación y atender denuncias
relacionadas a la presencia de
artefactos explosivos y minas antipersonal
de la población.
fuente: departamento de prensa de la OEA
Nace iniciativa para mejorar la calidad y competitividad
E l programa lanzado recientemente
por la Organización
de los Estados
Americanos (OEA) y cinco
instituciones de República
Dominicana, busca mejorar
los procesos de calidad y
competitividad de los productos
elaborados por las
empresas de ese país, a través
de la creación de laboratorios
para medir resultados,
el fortalecimiento de las capacidades
técnicas y la capacitación
de los recursos
humanos.
El Especialista del Departamento
de Ciencia, Tecnología
e Innovación de la OEA,
Jorge Durán, explicó que la
iniciativa forma parte de un
programa regional para mejorar
la infraestructura de
calidad y que el “objetivo
principal es ayudar a mejorar
la competitividad e impulsar
las exportaciones de las
empresas dominicanas a
mercados globales”.
La implementación del proyecto
piloto de dos años, se
hará a través del fortalecimiento
de las capacidades
técnicas e infraestructuras
para certificar la calidad de los
productos, mediante herramientas
de medición; la capacitación
y entrenamiento de
los recursos humanos, y el
establecimiento de una red
virtual que permitirá armonizar
las normas de calidad en
la región.
El representante de la OEA
adelantó que en su primera
fase, el programa apoyará a
los sectores “cárnico y de
productos agrícolas, como
una muestra para motivar a
otros productores a seguir el
modelo”.
De igual forma, el Director de
Proindustria, Rubén Bichara,
precisó que el programa instalará
en el país una estructura
de calidad, que permitirá a
los empresarios manufactureros
criollos, competir con
los productos de los otros
países. “Queremos realmente
darle uso a los acuerdos, a
los tratados internacionales,
y para eso hay que tener las
condiciones para poder exportar”,
comentó.
El programa será implementado
también por el Centro
de Desarrollo y Competitividad
Industrial, la Dirección
General de Normas
(DIGENOR), la Asociación
Dominicana de Exportadores
(ADOEXPO), el Instituto de
Innovación en Biotecnología
e Industrias (IIBI), y el Centro
de Exportación e Inversión
de la Republica Dominicana
(DEI-RD).
fuente: departamento de prensa de la OEA
La Teoría de la Dependencia y el subdesarrollo latinoamericano
La Teoría de la Dependencia y el subdesarrollo latinoamericano
La Teoría de la Dependencia, como corriente de pensamiento, se configuró a mediados de los años sesenta,.a partir de un conjunto de trabajos elaborados y/o publicados entre 1964 v 1967, los cuales constituyeron dentro de la intelectualidad en América Latina una discusión extremadamente rica en relación con esta temática… La Teoría de la Dependencia partía de la CEPAL; pero lo hacía para afirmar, primero, que desarrollo y subdesarrollo no eran un continuum sino que, contrapuestos, eran dos realidades estructuralmente ligadas; una era la contrapartida de la otra. El subdesarrollo no era una etapa hacia el desarrollo, sino una expresión del desarrollo capitalista mundial... Lo que se desprendía de ello era que cuanto más se desarrollaba el capitalismo dependiente, más subdesarrollado era en el sentido de que más agudas eran sus deformaciones, sus desigualdades, sus injusticias, y no en el sentido de que no se podía desarrollar, corno se ha dicho incorrectamente... La dependencia no era algo superable en el marco del capitalismo, sino que el capitalismo la tornaba cada vez más profunda, más brutal: a más desarrollo capitalista, mas dependencia.
Ruy Mauro Marini
El marco histórico e intelectual del surgimiento de la Teoría de la Dependencia
En el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial y en el marco de las teorías dominantes de las Relaciones Internacionales expresadas, fundamentalmente, en el Realismo Político, y otras como la Teoría General de Sistemas -y su enfoque
Conductista-y la Sociología histórica, surgió una diversidad de teorías y enfoques
económicos y políticos para explicar el "éxito" del desarrollo del capitalismo mundial, cuya expresión más diáfana fue la llamada Teoría del Desarrollo y la Modernización. Su principal ideólogo fue Walter W Rostov, con su obra Las etapas del crecimiento económico: un manifiesto no comunista. Theotonio Dos Santos dice:
Él-Rostow- definió todas las sociedades precapitalistas como tradicionales. Este barbarismo histórico, que provocó la protesta de los historiadores serios, era necesario para resaltar los varios estadios del desarrollo que se iniciaron con el famoso take off, el "despegue" del desarrollo que había ocurrido en la Inglaterra de 1760, en los Estados Unidos de la posguerra civil, en la Alemania de Bismark, en el Japón de la restauración Meiji, etc. El problema del desarrollo pasó a ser así un modelo ideal de
acciones económicas, sociales y políticas interligadas que sucedería en determinados países, siempre que se dieran las condiciones ideales para su "despegue". Su libro se llamaba "un manifiesto anticomunista" y no ocultaba su objetivo ideológico. Trataba de demostrar que el inicio del desarrollo no dependía de un Estado revolucionario, como había sucedido en la URSS y sí, de un conjunto de medidas económicas tomadas por cualquier Estado nacional que asumiese una ideología desarrollista. En un libro posterior menos divulgado, Rostow defendía la necesidad de que este Estado desarrollista fuese un Estado fuerte. Sus trabaos como consultor de la CIA, fueron una de las principales referencias de las políticas de golpes de Estado modernizadores, llevados a cabo en las décadas del 60 y 70 a partir del golpe brasileño de 1964. El modelo de Rostow no sólo tenía un inicio común en la indiferenciada masa de las economías y sociedades tradicionales, en que el transformó los 6 000 años de historia de la civilización, sino que terminaba en la indiferenciada sociedad postindustrial, era de afluencia a la cual reducía el futuro de la humanidad, tomando como ejemplo los años dorados del crecimiento económico norteamericano de posguerra.
Sin embargo, hacia finales de los años cincuenta, surge un enfoque y una visión que se diferenciaban y contraponían a las teorías dominantes de las Relaciones Internacionales y, de manera particular, a la Teoría del Desarrollo y la Modernización. Esta perspectiva proviene de una concepción marxista de la historia y de la Teoría del imperialismo de inspiración leninista.
Este enfoque marxista, observando los profundos cambios y transformaciones en la economía y en la política del sistema internacional de los años cincuenta, tratará de exponer y demostrar que la persistencia del fenómeno imperialista y su análisis como proceso económico-social y concepción política capaz de explicar las agudas manifestaciones de desigualdad, dominación hegemonía que se dan en las relaciones internacionales en general, y atraso económico y el subdesarrollo en el llamado Tercer Mundo de modo específico en América Latina, en particular.
Así, mientras los enfoques y las teorías políticas, económicas y de las relaciones internacionales dominantes situaban los grandes problemas y obstáculos para el desarrollo económico de las sociedades -organización social, cultura, tradiciones e instituciones políticas, etc.- del llamado Tercer Mundo, los enfoques marxistas van a concebir y explicar lúcidamente el atraso y el subdesarrollo como una consecuencia directa del proceso de desarrollo del sistema capitalista mundial de su reproducción tendencial e histórica. En otras palabras, el atraso el estancamiento y la dependencia de los países de la periferia del sistema mundial resultado del proceso dialéctico de explotación que han experimentado estos países por las potencias centrales del capitalismo internacional.
Esta corriente marxista de pensamiento, representada en la escuela estadounidense por Paul Baran, Paul Sweezy, Harry Magdoff, Leo Huberm Michael Hudson, James O "Connor, Harry Braverman, Paul Mattick, Víctor Perlo, Michael Barratt Brown, Tom Kemp, Stephen Hymer, Maurice Dobb, Gabriel Kolko, Joyce Kolko y Benjamín J. Cohen; en la escuela francesa por Louis Althusser, Christian Palloix, Charles Bettelheim, Nicos Poulantzas, Ernest Mande; Pau1 Boceara, Jaques Valier y J. P Delilez y en la escuela llamada Tercermundista por Samir Amin, Pierre Jalée, Arghiri Emmanuel, Anuar Abdel-Malek, Hose Jaffe, y Giovanni Arrighi, se caracteriza por analizar, de manera general, al sistema mundial y a las relaciones económicas internacionales en tres niveles, a saber: 1) estudio del problema de la generación y la absorción del excedente económico cada vez mayor -plusvalía en el pensamiento de Marx, que consiste en la diferencia re lo que una sociedad produce y los costes de dicha producción-, es la piedra angular de la explicación de la fase actual del capitalismo imperialista; 2) centrar problemática actual del imperialismo en, según Palloix, la "realidad última": la momia mundial y el proceso de internacionalización del capital a través de las corporaciones transnacionales determinan estructuralmente las relaciones políticas económicas mundiales; y 3) quizás la más importante, ¿cómo funciona el capitalismo internacional? En el desarrollo e intercambio desigual de la economía internacional-ley del valor y la tasa de plusvalía en Marx-y en un contexto o proceso acelerado de acumulación capitalista a escala mundial, las formaciones económico-sociales capitalismo periférico -la africana, la asiática y la latinoamericana- son integradas, manera especializada según la rama de la producción, a la economía mundial en términos de explotación y dependencia. En síntesis, -el subdesarrollo y atraso de las sociedades y Estados nacionales periféricos del sistema internacional, son un efecto directo del desarrollo y expansión estructural del sistema capitalista mundial, y no tiene su origen en los problemas socioeconómicos y políticos internos de las sociedades del llamado Tercer Mundo.
En esta perspectiva y marco general surge -como algo propio, original y sustantivo- del pensamiento crítico social marxista latinoamericano una de las construcciones teóricas y epistemológicas más importantes de la teoría social en América Latina: la Teoría de la Dependencia y el subdesarrollo.
En palabras de Theotonio Dos Santos:
Ni Lenin, ni Bujarin, ni Rosa Luxemburgo, los principales elaboradores marxistas de la teoría del imperialismo, ni los pocos autores no marxistas que se ocuparon del tema, como Hobson, han enfocado el tema del imperialismo desde el punto de vista de los países dependientes. A pesar de que la dependencia debe ser situada en el cuadro global de la teoría del imperialismo, tiene su realidad propia que constituye una legalidad específica dentro del proceso global y que actúa sobre él de esta manera específica. Comprender la dependencia, conceptuándola y estudiando sus mecanismos, su legalidad histórica, significa no sólo ampliar la teoría del imperialismo sino también contribuir a su mejoría y reformulación. En suma, el estudio del desarrolló del capitalismo en los centros hegemónicos dio origen a la teoría del colonialismo y
del imperialismo. El estudio del desarrollo de nuestros países debe dar origen a la Teoría de la Dependencia."
En efecto, la Teoría de la Dependencia latinoamericana se diferencia de las otras teorías marxistas señaladas por lo siguiente: l) construir una reflexión histórica y estructural, frente al historicismo de Lis formulaciones teóricas preexistentes. Es decir, un marcado intento del pensamiento latinoamericano de analizar su propia realidad rechazando los enfoques y los modelos teóricos occidentales su vez, tratando de construir una nueva teoría latinoamericana del análisis del imperialismo -de la dependencia- a partir del estudio de sus efectos, control y hegemonía en las economías y políticas que ejercen sobre la mayoría de los países latinoamericanos; 2) porque dicho análisis se sitúa en la perspectiva de una praxis política revolucionaria, y confrontando con la misma se transforma dialécticamente y 3) por haber mostrado la existencia de una nueva fase dentro del capitalismo latinoamericano que se caracterizó por construir un capitalismo de Estado anclado en las grandes corporaciones transnacionales, lo que equivale a una total transformación de las relaciones clásicas de dependencia dentro de una nueva estrategia de la economía capitalista mundial.
Este salto cualitativo en el análisis del capitalismo dependiente latinoamericano es producto de más de un decenio de discusiones, tanto con los teóricos del desarrollismo y la modernización como con la ortodoxia marxista y revisionista, pero, sobre todo, es producto de una confrontación entre la teoría y la práctica política, de un profundo análisis de las reformas emprendidas por ciertos regímenes caracterizados de antiimperialistas y los movimientos sociales y revolucionarios que sacudieron a los países latinoamericanos durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX.
Entre los autores más destacados e importantes -en su mayoría latinoamericanos- que contribuyeron a la construcción de la Teoría de la Dependencia, se encuentran las reflexiones y el pensamiento de Adré Gunder Frank, Ernesto "Che" Guevara, Aníbal Quijano, Ruy Mauro Marini, Theotonio Dos Santos, Vania Bambirra, Fernando Henrique Cardoso, Agustín Cueva, Julio Coder, Rodolfo Stavenhagen, Pablo González Casanova, Tomás Amadeo Vasconi, Octavio Ianni, Celso Furtado, Raúl Rebisch, Osvaldo Sunkel, Aldo Ferrer, Helio Jaguaribe, Franz Hinkelammert, Aníbal pinto, Enzo Faletto, Pedro Paz, María C. Tavares, Orlando Caputo, Luciano Mampa, Luciano Tomassini, Tomás Amadeo Vasconi, Constantino Váitsos, Gino Germall, Francisco Weffort, lames Petras, Maurice Zeittin, Gérard Pierre--Charles, Marcos Kaplan, Sergio de la Peña, Ernest Laclau y, en la continuidad y vigencia actual, Immanuel Wallerstein.
Es importante señalar aquí que si bien el desarrollo más significativo de la construcción y debate de la Teoría de la dependencia se dio desde el final de los años sesenta hasta el fin de la década de los años setenta en América Latina, la historia del pensamiento social -concretamente el pensamiento marxista- desde la última década del siglo XIX y, particularmente, las tres primeras décadas del siglo XX, produjo importantes interpretaciones filosóficas políticas sobre la realidad de las estructuras de dependencia social, cultural, económica y política de América Latina.''' Por ello, la historia del pensamiento crítico social marista en América Latina ha sido (y- sigue siendo), por un lado, la historia de una de las mayores aportaciones a la constitución teórica, metodológica.-y política de la realidad social, el conocimiento y la reflexión de las Ciencias sociales latinoamericanas y, por el otro, la más eficiente articulación operativa con el quehacer a la práctica política, económica, social, cultural y científica de América Latina.
Pensamiento latinoamericano de la Teoría de la Dependencia
Theotonio Dos Santos dice:
La Teoría de la Dependencia, que surgió en la América Latina en los años. 60, intenta explicar las nuevas características del desarrollo dependiente, que ya se había implantado en los países latinoamericanos. Desde los años 30, éstos se habían orientado en la dirección de la industrialización, caracterizada por la sustitución de productos industriales, importados de las potencias imperialistas, por los producidos en industrias nacionales. De inmediato, terminado el ciclo depresivo (caracterizado por dos guerras mundiales, una crisis global y la exacerbación del proteccionismo y el nacionalismo), se restablecía, a través de la hegemonía norteamericana, la integración de la economía mundial. El capital, concentrado en aquel momento en los Estados Unidos, se expandió hacia el resto del mundo en busca de oportunidades de inversiones que se concentraran en el sector industrial. En estos años de crisis, la economía norteamericana generalizó el fordismo como régimen de producción y circulación y dio inicio, incluso, a la revolución científico-tecnológica en los años 1940. La oportunidad de un nuevo ciclo expansivo de la economía mundial exigía la expansión de estas características económicas a nivel planetario. Esta fue la tarea que el capital internacional asumió, teniendo como base de operación la enorme economía norteamericana y su poderoso Estado nacional, además de un sistema de instituciones internacionales establecido en Bretton Woods. Esta nueva realidad respondía a la noción de que el subdesarrollo significaba la falta de desarrollo. Se abría el camino para comprender el desarrollo y el subdesarrollo, como el resultado histórico del desarrollo del capitalismo, un sistema mundial que producía al mismo tiempo desarrollo y subdesarrollo. Si la teoría del desarrollo y del subdesarrollo eran el resultado de la superación del dominio colonial y de la aparición de burguesías locales descosas de encontrar un camino que les permitiera participar en la expansión del capitalismo mundial, la Teoría de la Dependencia, surgida en la segunda mitad de la década de 1960-70, representó un esfuerzo crítico para comprender la limitación de un desarrollo iniciado en un periodo, histórico en que la economía mundial ya había sido constituida bajo la hegemonía de enormes grupos económicos y poderosas fuerzas imperialistas.
En efecto, esta corriente del pensamiento latinoamericano cuyos principales autores son, en su orientación teórica marxista, André Gunder Frank, Teodoro Dos Santos, Vania Bambirra y Ruy Mauro Marini y, en su enfoque reformista, a Fernando Henrique Cardoso se caracterizó por descubrir y analizar que las. relaciones económicas de América Latina con el mercado determinadas como centro-periferia, países desarrollados y países desarrollados, metrópoli-satélite; dominantes-dominados-, eran las relaciones causas estructurales-e históricas que explicaban la dependencia, el atraso, la desigualé social la pobreza extrema, el subdesarrollo y explotación económica de nuestra región...Ahora bien, cabe destacar que es André Gunder Frank el primer auto t¡ elaborar una reflexión rigurosa y crítica sobre la cuestión de la dependencia latinoamericana. En efecto, Gunder Frank desarrolla desde 1966, teórica y empíricamente, un nuevo paradigma crítico y analítico para comprender el atrila dependencia y la revolución social en América Latina: la Teoría del Desarrollo
del Subdesarrollo. Para Gunder Frank, desarrollo y subdesarrollo constituyen por tanto, dos elementos de un mismo proceso dialéctico, y que hace imposible dentro de las estructuras dependientes capitalistas de dominación la superación del subdesarrollo. Es decir, la integración de América Latina a la economía mundial el inicio de la historia colonial no produjo el esperado desarrollo económico, desarrollo del subdesarrollo. La obra de Gunder Frank, es una contribución importante para la comprensión y, sobre todo, la redefinición de nuestra realidad cuando da pruebas de que nuestra economía no se explica por el feudalismo, sino por el desarrollo del capitalismo comercial mundial; cuando demuestra que la dependencia el concepto clave para explicar el subdesarrollo... Ambos no encontramos del mismo lado, y en un proceso de elaboración, el suyo más avanzado que el mío, de una alternativa teórica destina a servir de base a la transformación revolucionaria de América Latina.
autor: Manuel Sosa Fuentes
La Teoría de la Dependencia, como corriente de pensamiento, se configuró a mediados de los años sesenta,.a partir de un conjunto de trabajos elaborados y/o publicados entre 1964 v 1967, los cuales constituyeron dentro de la intelectualidad en América Latina una discusión extremadamente rica en relación con esta temática… La Teoría de la Dependencia partía de la CEPAL; pero lo hacía para afirmar, primero, que desarrollo y subdesarrollo no eran un continuum sino que, contrapuestos, eran dos realidades estructuralmente ligadas; una era la contrapartida de la otra. El subdesarrollo no era una etapa hacia el desarrollo, sino una expresión del desarrollo capitalista mundial... Lo que se desprendía de ello era que cuanto más se desarrollaba el capitalismo dependiente, más subdesarrollado era en el sentido de que más agudas eran sus deformaciones, sus desigualdades, sus injusticias, y no en el sentido de que no se podía desarrollar, corno se ha dicho incorrectamente... La dependencia no era algo superable en el marco del capitalismo, sino que el capitalismo la tornaba cada vez más profunda, más brutal: a más desarrollo capitalista, mas dependencia.
Ruy Mauro Marini
El marco histórico e intelectual del surgimiento de la Teoría de la Dependencia
En el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial y en el marco de las teorías dominantes de las Relaciones Internacionales expresadas, fundamentalmente, en el Realismo Político, y otras como la Teoría General de Sistemas -y su enfoque
Conductista-y la Sociología histórica, surgió una diversidad de teorías y enfoques
económicos y políticos para explicar el "éxito" del desarrollo del capitalismo mundial, cuya expresión más diáfana fue la llamada Teoría del Desarrollo y la Modernización. Su principal ideólogo fue Walter W Rostov, con su obra Las etapas del crecimiento económico: un manifiesto no comunista. Theotonio Dos Santos dice:
Él-Rostow- definió todas las sociedades precapitalistas como tradicionales. Este barbarismo histórico, que provocó la protesta de los historiadores serios, era necesario para resaltar los varios estadios del desarrollo que se iniciaron con el famoso take off, el "despegue" del desarrollo que había ocurrido en la Inglaterra de 1760, en los Estados Unidos de la posguerra civil, en la Alemania de Bismark, en el Japón de la restauración Meiji, etc. El problema del desarrollo pasó a ser así un modelo ideal de
acciones económicas, sociales y políticas interligadas que sucedería en determinados países, siempre que se dieran las condiciones ideales para su "despegue". Su libro se llamaba "un manifiesto anticomunista" y no ocultaba su objetivo ideológico. Trataba de demostrar que el inicio del desarrollo no dependía de un Estado revolucionario, como había sucedido en la URSS y sí, de un conjunto de medidas económicas tomadas por cualquier Estado nacional que asumiese una ideología desarrollista. En un libro posterior menos divulgado, Rostow defendía la necesidad de que este Estado desarrollista fuese un Estado fuerte. Sus trabaos como consultor de la CIA, fueron una de las principales referencias de las políticas de golpes de Estado modernizadores, llevados a cabo en las décadas del 60 y 70 a partir del golpe brasileño de 1964. El modelo de Rostow no sólo tenía un inicio común en la indiferenciada masa de las economías y sociedades tradicionales, en que el transformó los 6 000 años de historia de la civilización, sino que terminaba en la indiferenciada sociedad postindustrial, era de afluencia a la cual reducía el futuro de la humanidad, tomando como ejemplo los años dorados del crecimiento económico norteamericano de posguerra.
Sin embargo, hacia finales de los años cincuenta, surge un enfoque y una visión que se diferenciaban y contraponían a las teorías dominantes de las Relaciones Internacionales y, de manera particular, a la Teoría del Desarrollo y la Modernización. Esta perspectiva proviene de una concepción marxista de la historia y de la Teoría del imperialismo de inspiración leninista.
Este enfoque marxista, observando los profundos cambios y transformaciones en la economía y en la política del sistema internacional de los años cincuenta, tratará de exponer y demostrar que la persistencia del fenómeno imperialista y su análisis como proceso económico-social y concepción política capaz de explicar las agudas manifestaciones de desigualdad, dominación hegemonía que se dan en las relaciones internacionales en general, y atraso económico y el subdesarrollo en el llamado Tercer Mundo de modo específico en América Latina, en particular.
Así, mientras los enfoques y las teorías políticas, económicas y de las relaciones internacionales dominantes situaban los grandes problemas y obstáculos para el desarrollo económico de las sociedades -organización social, cultura, tradiciones e instituciones políticas, etc.- del llamado Tercer Mundo, los enfoques marxistas van a concebir y explicar lúcidamente el atraso y el subdesarrollo como una consecuencia directa del proceso de desarrollo del sistema capitalista mundial de su reproducción tendencial e histórica. En otras palabras, el atraso el estancamiento y la dependencia de los países de la periferia del sistema mundial resultado del proceso dialéctico de explotación que han experimentado estos países por las potencias centrales del capitalismo internacional.
Esta corriente marxista de pensamiento, representada en la escuela estadounidense por Paul Baran, Paul Sweezy, Harry Magdoff, Leo Huberm Michael Hudson, James O "Connor, Harry Braverman, Paul Mattick, Víctor Perlo, Michael Barratt Brown, Tom Kemp, Stephen Hymer, Maurice Dobb, Gabriel Kolko, Joyce Kolko y Benjamín J. Cohen; en la escuela francesa por Louis Althusser, Christian Palloix, Charles Bettelheim, Nicos Poulantzas, Ernest Mande; Pau1 Boceara, Jaques Valier y J. P Delilez y en la escuela llamada Tercermundista por Samir Amin, Pierre Jalée, Arghiri Emmanuel, Anuar Abdel-Malek, Hose Jaffe, y Giovanni Arrighi, se caracteriza por analizar, de manera general, al sistema mundial y a las relaciones económicas internacionales en tres niveles, a saber: 1) estudio del problema de la generación y la absorción del excedente económico cada vez mayor -plusvalía en el pensamiento de Marx, que consiste en la diferencia re lo que una sociedad produce y los costes de dicha producción-, es la piedra angular de la explicación de la fase actual del capitalismo imperialista; 2) centrar problemática actual del imperialismo en, según Palloix, la "realidad última": la momia mundial y el proceso de internacionalización del capital a través de las corporaciones transnacionales determinan estructuralmente las relaciones políticas económicas mundiales; y 3) quizás la más importante, ¿cómo funciona el capitalismo internacional? En el desarrollo e intercambio desigual de la economía internacional-ley del valor y la tasa de plusvalía en Marx-y en un contexto o proceso acelerado de acumulación capitalista a escala mundial, las formaciones económico-sociales capitalismo periférico -la africana, la asiática y la latinoamericana- son integradas, manera especializada según la rama de la producción, a la economía mundial en términos de explotación y dependencia. En síntesis, -el subdesarrollo y atraso de las sociedades y Estados nacionales periféricos del sistema internacional, son un efecto directo del desarrollo y expansión estructural del sistema capitalista mundial, y no tiene su origen en los problemas socioeconómicos y políticos internos de las sociedades del llamado Tercer Mundo.
En esta perspectiva y marco general surge -como algo propio, original y sustantivo- del pensamiento crítico social marxista latinoamericano una de las construcciones teóricas y epistemológicas más importantes de la teoría social en América Latina: la Teoría de la Dependencia y el subdesarrollo.
En palabras de Theotonio Dos Santos:
Ni Lenin, ni Bujarin, ni Rosa Luxemburgo, los principales elaboradores marxistas de la teoría del imperialismo, ni los pocos autores no marxistas que se ocuparon del tema, como Hobson, han enfocado el tema del imperialismo desde el punto de vista de los países dependientes. A pesar de que la dependencia debe ser situada en el cuadro global de la teoría del imperialismo, tiene su realidad propia que constituye una legalidad específica dentro del proceso global y que actúa sobre él de esta manera específica. Comprender la dependencia, conceptuándola y estudiando sus mecanismos, su legalidad histórica, significa no sólo ampliar la teoría del imperialismo sino también contribuir a su mejoría y reformulación. En suma, el estudio del desarrolló del capitalismo en los centros hegemónicos dio origen a la teoría del colonialismo y
del imperialismo. El estudio del desarrollo de nuestros países debe dar origen a la Teoría de la Dependencia."
En efecto, la Teoría de la Dependencia latinoamericana se diferencia de las otras teorías marxistas señaladas por lo siguiente: l) construir una reflexión histórica y estructural, frente al historicismo de Lis formulaciones teóricas preexistentes. Es decir, un marcado intento del pensamiento latinoamericano de analizar su propia realidad rechazando los enfoques y los modelos teóricos occidentales su vez, tratando de construir una nueva teoría latinoamericana del análisis del imperialismo -de la dependencia- a partir del estudio de sus efectos, control y hegemonía en las economías y políticas que ejercen sobre la mayoría de los países latinoamericanos; 2) porque dicho análisis se sitúa en la perspectiva de una praxis política revolucionaria, y confrontando con la misma se transforma dialécticamente y 3) por haber mostrado la existencia de una nueva fase dentro del capitalismo latinoamericano que se caracterizó por construir un capitalismo de Estado anclado en las grandes corporaciones transnacionales, lo que equivale a una total transformación de las relaciones clásicas de dependencia dentro de una nueva estrategia de la economía capitalista mundial.
Este salto cualitativo en el análisis del capitalismo dependiente latinoamericano es producto de más de un decenio de discusiones, tanto con los teóricos del desarrollismo y la modernización como con la ortodoxia marxista y revisionista, pero, sobre todo, es producto de una confrontación entre la teoría y la práctica política, de un profundo análisis de las reformas emprendidas por ciertos regímenes caracterizados de antiimperialistas y los movimientos sociales y revolucionarios que sacudieron a los países latinoamericanos durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX.
Entre los autores más destacados e importantes -en su mayoría latinoamericanos- que contribuyeron a la construcción de la Teoría de la Dependencia, se encuentran las reflexiones y el pensamiento de Adré Gunder Frank, Ernesto "Che" Guevara, Aníbal Quijano, Ruy Mauro Marini, Theotonio Dos Santos, Vania Bambirra, Fernando Henrique Cardoso, Agustín Cueva, Julio Coder, Rodolfo Stavenhagen, Pablo González Casanova, Tomás Amadeo Vasconi, Octavio Ianni, Celso Furtado, Raúl Rebisch, Osvaldo Sunkel, Aldo Ferrer, Helio Jaguaribe, Franz Hinkelammert, Aníbal pinto, Enzo Faletto, Pedro Paz, María C. Tavares, Orlando Caputo, Luciano Mampa, Luciano Tomassini, Tomás Amadeo Vasconi, Constantino Váitsos, Gino Germall, Francisco Weffort, lames Petras, Maurice Zeittin, Gérard Pierre--Charles, Marcos Kaplan, Sergio de la Peña, Ernest Laclau y, en la continuidad y vigencia actual, Immanuel Wallerstein.
Es importante señalar aquí que si bien el desarrollo más significativo de la construcción y debate de la Teoría de la dependencia se dio desde el final de los años sesenta hasta el fin de la década de los años setenta en América Latina, la historia del pensamiento social -concretamente el pensamiento marxista- desde la última década del siglo XIX y, particularmente, las tres primeras décadas del siglo XX, produjo importantes interpretaciones filosóficas políticas sobre la realidad de las estructuras de dependencia social, cultural, económica y política de América Latina.''' Por ello, la historia del pensamiento crítico social marista en América Latina ha sido (y- sigue siendo), por un lado, la historia de una de las mayores aportaciones a la constitución teórica, metodológica.-y política de la realidad social, el conocimiento y la reflexión de las Ciencias sociales latinoamericanas y, por el otro, la más eficiente articulación operativa con el quehacer a la práctica política, económica, social, cultural y científica de América Latina.
Pensamiento latinoamericano de la Teoría de la Dependencia
Theotonio Dos Santos dice:
La Teoría de la Dependencia, que surgió en la América Latina en los años. 60, intenta explicar las nuevas características del desarrollo dependiente, que ya se había implantado en los países latinoamericanos. Desde los años 30, éstos se habían orientado en la dirección de la industrialización, caracterizada por la sustitución de productos industriales, importados de las potencias imperialistas, por los producidos en industrias nacionales. De inmediato, terminado el ciclo depresivo (caracterizado por dos guerras mundiales, una crisis global y la exacerbación del proteccionismo y el nacionalismo), se restablecía, a través de la hegemonía norteamericana, la integración de la economía mundial. El capital, concentrado en aquel momento en los Estados Unidos, se expandió hacia el resto del mundo en busca de oportunidades de inversiones que se concentraran en el sector industrial. En estos años de crisis, la economía norteamericana generalizó el fordismo como régimen de producción y circulación y dio inicio, incluso, a la revolución científico-tecnológica en los años 1940. La oportunidad de un nuevo ciclo expansivo de la economía mundial exigía la expansión de estas características económicas a nivel planetario. Esta fue la tarea que el capital internacional asumió, teniendo como base de operación la enorme economía norteamericana y su poderoso Estado nacional, además de un sistema de instituciones internacionales establecido en Bretton Woods. Esta nueva realidad respondía a la noción de que el subdesarrollo significaba la falta de desarrollo. Se abría el camino para comprender el desarrollo y el subdesarrollo, como el resultado histórico del desarrollo del capitalismo, un sistema mundial que producía al mismo tiempo desarrollo y subdesarrollo. Si la teoría del desarrollo y del subdesarrollo eran el resultado de la superación del dominio colonial y de la aparición de burguesías locales descosas de encontrar un camino que les permitiera participar en la expansión del capitalismo mundial, la Teoría de la Dependencia, surgida en la segunda mitad de la década de 1960-70, representó un esfuerzo crítico para comprender la limitación de un desarrollo iniciado en un periodo, histórico en que la economía mundial ya había sido constituida bajo la hegemonía de enormes grupos económicos y poderosas fuerzas imperialistas.
En efecto, esta corriente del pensamiento latinoamericano cuyos principales autores son, en su orientación teórica marxista, André Gunder Frank, Teodoro Dos Santos, Vania Bambirra y Ruy Mauro Marini y, en su enfoque reformista, a Fernando Henrique Cardoso se caracterizó por descubrir y analizar que las. relaciones económicas de América Latina con el mercado determinadas como centro-periferia, países desarrollados y países desarrollados, metrópoli-satélite; dominantes-dominados-, eran las relaciones causas estructurales-e históricas que explicaban la dependencia, el atraso, la desigualé social la pobreza extrema, el subdesarrollo y explotación económica de nuestra región...Ahora bien, cabe destacar que es André Gunder Frank el primer auto t¡ elaborar una reflexión rigurosa y crítica sobre la cuestión de la dependencia latinoamericana. En efecto, Gunder Frank desarrolla desde 1966, teórica y empíricamente, un nuevo paradigma crítico y analítico para comprender el atrila dependencia y la revolución social en América Latina: la Teoría del Desarrollo
del Subdesarrollo. Para Gunder Frank, desarrollo y subdesarrollo constituyen por tanto, dos elementos de un mismo proceso dialéctico, y que hace imposible dentro de las estructuras dependientes capitalistas de dominación la superación del subdesarrollo. Es decir, la integración de América Latina a la economía mundial el inicio de la historia colonial no produjo el esperado desarrollo económico, desarrollo del subdesarrollo. La obra de Gunder Frank, es una contribución importante para la comprensión y, sobre todo, la redefinición de nuestra realidad cuando da pruebas de que nuestra economía no se explica por el feudalismo, sino por el desarrollo del capitalismo comercial mundial; cuando demuestra que la dependencia el concepto clave para explicar el subdesarrollo... Ambos no encontramos del mismo lado, y en un proceso de elaboración, el suyo más avanzado que el mío, de una alternativa teórica destina a servir de base a la transformación revolucionaria de América Latina.
autor: Manuel Sosa Fuentes
PLAN ARIAS
A finales de 1980. Mientras que en El Salvador cada una de las partes en conflicto desarrollaban sus propias estrategias de guerra; Oscar Arias Sánchez, presidente de Costa Rica, promovía un plan de paz, para la región.
La iniciativa de Arias, conocida como el Plan Arias, diseñaba un procedimiento para establecer una paz firme y duradera en la región Centroamérica frente a la inestabilidad política que se vivía. El Plan le valió el Premio Nobel de l Paz.
El 7 de agosto de 1987, los presidentes de centroamericanos (Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras) firmaron un acuerdo conocido como ESQUIPULAS II. El convenio preveía la amnistía, alto el fuego, democratización y cese de la ayuda (de Estados Unidos y URSS-Cuba) a movimientos insurreccionales.
Puntos acordados por los cinco países:
"Asumir plenamente el reto histórico de forjar un destino de paz para Centroamérica.
"Comprometernos a luchar por la paz y erradicar la guerra.
"Hacer prevalecer el diálogo sobre la violencia y la razón sobre los rencores.
"Dedicar a las juventudes de América Central, cuyas legítimas aspiraciones de paz y justicia social, de libertad y reconciliación, han sido frustradas durante muchas generaciones, estos esfuerzos de paz.
"Colocar al Parlamento Centroamericano como símbolo de libertad e independencia de la reconciliación a la que aspiramos en Centro América".
Para verificar el proceso de paz, se creó la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento conformada por los Secretarios Generales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas (ONU). Además, incluía a los Cancilleres de América Central, del Grupo de Contadora y del grupo de Apoyo.
La Comisión tendría las funciones de verificar y seguimiento al cumplimiento de los compromisos firmados por los países centroamericanos.
Un año después .... (1987)
Conclusión de la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento
"No han prosperado en El Salvador, Guatemala y Nicaragua los llamamientos a las fuerzas irregulares o a los movimientos insurreccionales para acordar un cese del fuego, o en su caso acogerse a la amnistía e incorporarse a los procesos políticos en sus respectivos países" (Citado de ECA, marzo- abril, 1988).
FUENTE: http://www.elfaro.net/dlgalp/laguerra/planarias.asp
La iniciativa de Arias, conocida como el Plan Arias, diseñaba un procedimiento para establecer una paz firme y duradera en la región Centroamérica frente a la inestabilidad política que se vivía. El Plan le valió el Premio Nobel de l Paz.
El 7 de agosto de 1987, los presidentes de centroamericanos (Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras) firmaron un acuerdo conocido como ESQUIPULAS II. El convenio preveía la amnistía, alto el fuego, democratización y cese de la ayuda (de Estados Unidos y URSS-Cuba) a movimientos insurreccionales.
Puntos acordados por los cinco países:
"Asumir plenamente el reto histórico de forjar un destino de paz para Centroamérica.
"Comprometernos a luchar por la paz y erradicar la guerra.
"Hacer prevalecer el diálogo sobre la violencia y la razón sobre los rencores.
"Dedicar a las juventudes de América Central, cuyas legítimas aspiraciones de paz y justicia social, de libertad y reconciliación, han sido frustradas durante muchas generaciones, estos esfuerzos de paz.
"Colocar al Parlamento Centroamericano como símbolo de libertad e independencia de la reconciliación a la que aspiramos en Centro América".
Para verificar el proceso de paz, se creó la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento conformada por los Secretarios Generales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas (ONU). Además, incluía a los Cancilleres de América Central, del Grupo de Contadora y del grupo de Apoyo.
La Comisión tendría las funciones de verificar y seguimiento al cumplimiento de los compromisos firmados por los países centroamericanos.
Un año después .... (1987)
Conclusión de la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento
"No han prosperado en El Salvador, Guatemala y Nicaragua los llamamientos a las fuerzas irregulares o a los movimientos insurreccionales para acordar un cese del fuego, o en su caso acogerse a la amnistía e incorporarse a los procesos políticos en sus respectivos países" (Citado de ECA, marzo- abril, 1988).
FUENTE: http://www.elfaro.net/dlgalp/laguerra/planarias.asp
DESTINO MANIFIESTO
El Destino Manifiesto es una filosofía nacional que explica la manera en que este país entiende su lugar en el mundo y se relaciona con otros pueblos. A lo largo de la historia estadounidense, desde las trece colonias hasta nuestros días, el Destino Manifiesto ha mantenido la convicción nacional de que Dios eligió a los Estados Unidos para ser una potencia política y económica, una nación superior.
La frase “Destino Manifiesto” apareció por primera vez en un artículo que escribió el periodista John L. O’Sullivan, en 1845, en la revista Democratic Review de Nueva York. En su artículo, O’Sullivan explicaba las razones de la necesaria expansión territorial de los Estados Unidos y apoyaba la anexión de Texas. Decía: “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”.
Muy pronto, políticos y otros líderes de opinión aludieron al “Destino Manifiesto” para justificar la expansión imperialista de los Estados Unidos. A través de la doctrina del Destino Manifiesto se propagó la convicción de que la “misión” que Dios eligió para al pueblo estadounidense era la de explorar y conquistar nuevas tierras, con el fin de llevar a todos los rincones de Norteamérica la “luz” de la democracia, la libertad y la civilización. Esto implicaba la creencia de que la república democrática era la forma de gobierno favorecida por Dios. Aunque originalmente esta doctrina se oponía al uso de la violencia, desde 1840 se usó para justificar el intervencionismo en la política de otros países, así como la expansión territorial a través de la guerra, como sucedió en 1846-48 en el conflicto bélico que concluyó con la anexión de más de la mitad de territorio mexicano.
Se ha dicho que el aspecto positivo de esta doctrina tiene que ver con el entusiasmo, la energía y determinación que inspiró a los estadounidenses para explorar nuevas regiones, especialmente en su migración hacia el oeste. También dio forma a uno de los componentes esenciales del “sueño americano”: la idea de que se pueden obtener la libertad y la independencia en un territorio de proporciones ilimitadas. En cambio, las consecuencias negativas son de lamentar: la intolerancia hacia las formas de organización social y política de otros pueblos, el despojo, exterminio y confinamiento de los pueblos indios de Norteamérica a reservaciones, guerras injustas y discriminación.
FUENTE: http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/siglo_xx/eua/destino_man/des_man1a.htm
La frase “Destino Manifiesto” apareció por primera vez en un artículo que escribió el periodista John L. O’Sullivan, en 1845, en la revista Democratic Review de Nueva York. En su artículo, O’Sullivan explicaba las razones de la necesaria expansión territorial de los Estados Unidos y apoyaba la anexión de Texas. Decía: “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”.
Muy pronto, políticos y otros líderes de opinión aludieron al “Destino Manifiesto” para justificar la expansión imperialista de los Estados Unidos. A través de la doctrina del Destino Manifiesto se propagó la convicción de que la “misión” que Dios eligió para al pueblo estadounidense era la de explorar y conquistar nuevas tierras, con el fin de llevar a todos los rincones de Norteamérica la “luz” de la democracia, la libertad y la civilización. Esto implicaba la creencia de que la república democrática era la forma de gobierno favorecida por Dios. Aunque originalmente esta doctrina se oponía al uso de la violencia, desde 1840 se usó para justificar el intervencionismo en la política de otros países, así como la expansión territorial a través de la guerra, como sucedió en 1846-48 en el conflicto bélico que concluyó con la anexión de más de la mitad de territorio mexicano.
Se ha dicho que el aspecto positivo de esta doctrina tiene que ver con el entusiasmo, la energía y determinación que inspiró a los estadounidenses para explorar nuevas regiones, especialmente en su migración hacia el oeste. También dio forma a uno de los componentes esenciales del “sueño americano”: la idea de que se pueden obtener la libertad y la independencia en un territorio de proporciones ilimitadas. En cambio, las consecuencias negativas son de lamentar: la intolerancia hacia las formas de organización social y política de otros pueblos, el despojo, exterminio y confinamiento de los pueblos indios de Norteamérica a reservaciones, guerras injustas y discriminación.
FUENTE: http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/siglo_xx/eua/destino_man/des_man1a.htm
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